Entre enero y agosto de 2012 han visitado España 41 millones de turistas internacionales,
según los datos del Informe Frontur, del Instituto de Estudios Turísticos. La
gran mayoría se aloja en hoteles pero un millón de viajeros al año se hospeda en
alguno de los 250 albergues que hay en España, según la Red Española de Albergues Juveniles.
Según Rocío Casal, propietaria
del Hostel Trotamundos de Sevilla, a su albergue llegan todo tipo de viajeros,
desde familias con niños a jóvenes que viajan solos, en pareja o en grupo,
incluso personas mayores que prefieren esta opción a un hotel, porque disponen de cocina compartida para prepararse
sus comidas y de salones comunes donde charlar con otros huéspedes y hacer
amigos. Dice que en su establecimiento las personas, aunque vengan solas,
siempre acaban acompañadas.
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| Rocío Casal |
"Nuestro hostel es un lugar ideal para conocer gente y hacer amigos.
Está en pleno centro, por lo que los
huéspedes pueden ir andando a todas partes. Es una antigua casa sevillana que
hemos restaurado respetando sus características propias como las rejas, los
azulejos, el patio interior que hemos decorado con plantas. Consta de dos pisos
y tiene 10 habitaciones. Cuesta entre 15 y 20 euros por persona y noche,
dependiendo de la estación y del número de personas con las que compartan habitación".
Rocío dice que está muy
contenta por cómo se presenta la temporada porque aunque su negocio lleva
abierto sólo unos meses, tiene ya numerosas reservas y recibió el premio a la
limpieza de Hostelbookers el pasado mes de agosto. Un reconocimiento que le
otorgan a los establecimientos por los comentarios de los huéspedes.
Los hostels ofrecen a los turistas que
visitan nuestro país además de alojamiento, la posibilidad de conocer a otras
personas con las que compartir experiencias porque cuentan con zonas comunes donde
se realizan actividades como conciertos, clases de baile y exposiciones.
Según un reportaje publicado en el diario El País, el primer hostel
fue idea de Richard Schirrmann, un maestro alemán que solía salir de excursión
con sus alumnos y pensó en crear alojamientos baratos para que los jóvenes pudieran
viajar y hospedarse a un módico precio. El primero lo abrió en 1912, en Altena,
Alemania. Más tarde fundó la Asociación Alemana de Albergues para Jóvenes,
convertida hoy día en la Hostelling International, que conecta más de cuatro
mil hostels en ochenta países.
Propia
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