La hostelería es uno de los sectores que más está
sufriendo los embates de la crisis económica. Las reservas para las comidas y cenas
de empresa previas a la Navidad han descendido respecto al año pasado en los
establecimientos andaluces. La eliminación de la paga extraordinaria de Navidad
a los funcionarios ha repercutido directamente en esta bajada, según le dijo Antonio
María Ceballos, presidente de la comisión gestora de la Federación de
Hosteleros de Andalucía, a Europa Press.
Rosario Ponce es propietaria, junto a sus hermanos,
de un restaurante en el Aljarafe sevillano, y en su negocio se ha notado la
crisis no sólo en la menor cantidad de personas que acuden a su establecimiento
sino en la moderación de los clientes a la hora de pedir.
El Rancho Bartolo abrió sus puertas en agosto de
1999. Se trata de una choza de madera ubicada en un espacio amplio y rodeado de
árboles y césped. En el momento de su inauguración contaba con un salón para 200
comensales al que se le añadió una terraza y que se fue ampliando con el
tiempo. Actualmente cuenta además con un salón de celebraciones independiente
para 500 personas.
Rosario Ponce, propietaria del Rancho Bartolo |
Rosario dice que las ganancias las han ido
invirtiendo en el negocio y la última novedad que han introducido es un
castillo hinchable, ya que sus clientes suelen ser familias con hijos porque cuentan
con mucho espacio libre para que jueguen los niños, una característica que los
diferencia del resto de negocios de
Sevilla y de sus alrededores. Aunque los viernes y sábados por las noches acuden
a cenar grupos de amigos. “Ahora con la crisis se nota que hay menos comidas de
empresa, menos comidas relacionadas con temas de negocio, todo es más familiar”.
Según la propietaria: “Ahora mismo para Navidad la gente
suele pedir bastantes menús, pero a la hora de confirmar, los menús han bajado
mucho. O sea, antes un menú estaba en una media de 30 euros y ahora la media es
de veintidós. Y ya no son comidas de empresa sino de grupos de familiares o
amigos o gente que trabaja junta pero que se paga cada uno su menú”.
Dice que ahí es
donde más se nota la crisis porque la gente sigue saliendo los fines de semana pero
no se gasta el mismo dinero que antes. “El promedio era de unos veinticinco
euros por persona y ahora ha bajado a quince. Además antes se tiraba mucha
comida y ahora la gente pide con más miramiento para que no sobre nada. Todo
esto unido a que ha subido el IVA y que lo hemos asumido nosotros hace que los
beneficios sean mucho menores”.
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FUENTES:
Propia
Rosario Ponce, propietaria del Rancho Bartolo
Europa Press
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